Bienvenidos a todos los estudiantes y docentes.

Este blog esta dirigido a estudiantes y docentes que disfrutan de compartir y sugerir temas nuevos para el desarrollo de contenidos en las aulas de nuestra escuelas.

Como bien sabemos, educar es un proceso muy complejo, pero si todos colaboramos esto será mucho más sencillo y divertido.

Espero aquí puedas encontrar información útil para tus tareas o bien para tus avances programáticos.

domingo, 26 de agosto de 2012

TLAHCUILO (hombre que escribe)



TLAHCUILO

Llanamente, es un idioma indígena de México. Hoy, es la lengua indígena mexicana con mayor
número de hablantes (alrededor de millón y medio). Además, es y ha sido un idioma valioso por su importancia histórica (de una civilización desarrollada lejos del viejo mundo), lingüística (es aglutinante no indoeuropeo), literaria y hasta nacionalista.

El náhuatl ha tenido dos sistemas de escritura diferentes: ideográfico y alfabético. El ideográfico fue el utilizado en códices.

3.1 Escritura ideográfica

3.2 Escritura alfabética

En la escritura alfabética está compuesta por letras, que corresponden idealmente a un fonema. El náhuatl tiene 18 fonemas: 14 son consonánticos y 4 vocálicos.

oclusivas: p t k
fricativas: s x h
nasales: m n
lateral: l
africadas: ts tx tl
semivocales: w y



Ciertamente, toda lengua es un tesoro, un milagro abstracto, real y práctico. Aprender una nueva lengua, te ata inevitablemente al ser mismo de sus hablantes, por esto el acercarse al náhuatl es una forma de meterse en las raíces más antiguas y sutiles de la cosmovisión mexicana.

(Por eso he llegado a pensar que los amantes de la lingüística son los historiadores antropólogos etnólogos técnicos románticos más útiles que existen).

La influencia del náhuatl no ha sido pequeña. Hay reminiscencias del náhuatl regadas por aquí y por allá, en las palabras, en las formas de hablar y hasta en las de sentir y ver el mundo. Corresponde a cada uno darles el valor que se desee después de haberse topado con alguna de ellas.

(Y es aquí donde uno busca relacionar el sentido de la vida con la lingüística)

Tlacuilo es una palabra derivada del náhuatl tlacuilō o tlacuihcuilō que significa 'el que labra la piedra o la madera' y que más tarde pasó a designar a lo que hoy llamamos escriba, pintor, escritor o sabio.

Los tlacuilos eran hombres y mujeres hábiles en el dibujo, a quienes desde niños se les adiestraba en el conocimiento profundo de su lengua y cultura. La labor del tlacuilo se asocia, por lo tanto, con diferentes actividades, no sólo con la pictografía. El tlacuilo pintaba los códices y los murales en Mesoamérica. Conocía las diversas formas de representación, así como la mitología. Llevaban registros de la diversidad biológica. Podía trabajar en mercados y templos, según el tipo de actividad para la que se le necesitara.

Para elaborar los códices, los tlacuilos usaban papel amate o āmatl, piel de venado o tela de algodón tejida en telar de cintura, así como tintas negra y roja para las pinturas y glifos. Y quizá, en algunos casos, papel de maguey. Los códices se guardaban, doblados a manera de biombos, en amoxcallis o casas de códices. Los tlacuilos se encontraban bajo la protección de la diosa Xochiquétzal.

Después de la conquista española, un grupo de indígenas registró en escritura latina la información de varios códices y anales históricos aztecas. En el Códice Matritense de la Real Academia de la Historia,[1] al tlahcuilo se le define así:

Tlacuilo, producido y dirigido por Enrique Escalona (CIESAS, México, 1988) y basado en los estudios y publicaciones de Joaquín Galarza sobre la pictografía náhuat

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